Transformación en hombre lobo

En esta segunda publicación veremos las diferentes formas en las que puede cambiar una persona para convertirse en lobishome. No os perdáis ninguno de los artículos. Este es el esquema de los artículos tratados:

TRASFORMACIÓN EN HOMBRE LOBO

La transformación en lobo, lobishome, hombre-lobo o como quiera llamarse cambia en función de las fuentes mitológicas de las que se beba. Dentro de una misma mitología, como puede ser la mitología tradicional gallega, la transformación ocurre de diferentes formas. En algunos casos, con la llegada de la noches, las personas que sufren este mal sienten una irrefrenable necesidad de irse al monte. Se tumban y comienzan a revolcarse en un barrizal o en el rocío que ha caído sobre la hierba. Al tratar de ponerse en pie, no pueden. Caminan a cuatro patas. En algunos casos de la mitología gallega, el afectado por licantropía se saca la ropa antes de revolcarse en el suelo. Otra forma de transformarse en la mitología gallega, y que comparte con la mitología nórdica entre otras, es mediante el uso de pieles de lobo. Es en esta última mitología donde no se limita este poder a los lobos, sino que también se extiende a otros animales como puede ser el oso, cuya transformación consiste en ponerse estas pieles por encima. Esta transformación acostumbra a ser en forma de hiena en la mitología africana. Si es en forma de perro, se denomina Kuanthropy, y si es en forma de vaca, se le llama Boanthropy. Al igual que hemos comentado brevemente sobre la mitología nórdica, las religiones chamánicas de las Américas también comparten la creencia de que el cuerpo humano podía convertirse en otro animal, ya sea por mutación del propio cuerpo o con el uso de pieles, o trasladar su alma a otro ser. Esto, a su vez, nos recuerda en cierta forma a alguna de las casos de mitología india. En otras mitologías europeas, como pueden ser la mitología anglosajona o la mitología francesa, la transformación en lobo sucede tras zambullirse en alguna fuente o lago. Volviendo a la susodicha mitología nórdica, se comenta que los ojos de los licántropos mantienen su mirada original de persona, como si fuese la versión nórdica del dicho: «Los ojos son el reflejo del alma«.

recuencia y tiempo de la transformación

Las frecuencias de las transformaciones también difieren en función de las fuentes. En algunos casos sufren la transformación cada luna llena. En otros casos, la transformación sucede durante la luna menguante, durando ésta entre una o dos horas. Pero hay muchas más casuísticas. En la mitología polaca, la ira del lobishome surge dos veces al año: a mitad de verano y en Navidades. Segundo relata el francés Jean Grenier, la frecuencia de la transformación es diaria. Todos los lunes, viernes y domingos los afectados sufren la transformación. Sin embargo, los demás días, sólo la sufren durante una hora tras la puesta de sol. Hay incluso historias en las que los licantropos pueden entrar en este estado en cuando lo deseen y salir de él de la misma forma. Enlazando con el último caso de la frecuencia de las transformaciones, cuya frecuencia es la que desee el poseedor de la maldición, comentamos ahora la duración de la transformación, que también era según el deseo de el licántropo. El tiempo que dura la transformación desde una hora hasta los doce días, pero hay relatos que hablan de años. Este tipo de transformación depende de la mitología e incluso dentro de la misma mitología puede variar de una historia a otra. Tenemos el caso de recientemente comentado, relatado por el francés Jean Grenier, la duración era diferente en función del día de la semana: oscila entre la hora y toda la noche. Hay casos en los que la transformación dura toda la noche y otros, por la contra, que la transformación es durante el día. Estos últimos, de historias que provienen de la mitología nórdica, sólo pueden recuperar su forma original durante la noche. Se comenta en nuestras referencias que hay información del Medievo en que la transformación en bestia duró hasta que la piel del lobo desapareció y reapareció la forma humana el duodécimo día. También en la Edad Media se comentaba que una multitud de personas se transformaban lobos en distintos lugares de Europa durante la noche de la festividad de la Natividad, y atacaban al ganado y a cualquier persona que se encontrasen.

Descripción

Para la descripción del hombre-lobo tampoco hay una descripción uniforme. Se comentan que hay casos de licantropía, los que están más próximos al propio canibalismo, que las personas conservan su forma humana. Éstos en algunos casos está emparentados, si así puede decirse, con el vampiro. También se lo asocia a fantasía o alucinación del licántropo. En otros casos la descripción es la del propio lobo. Es decir, el cuerpo de la persona se queda vacío y su espíritu entra en el del animal o se transforma en lobo, usando en ocasiones una piel de lobo para ello. En otros casos, el tamaño es mucho mayor al del lobo y la fisionomía conserva más similitudes a la humana.

Capacidades

Las capacidades o poderes que se le otorgan a los lobishomes tienen similares en muchas mitologías, pero varían lo suficiente para poder considerarlos distintos, incluso dentro de la misma. Para la mitología nórdica, tienen las capacidades del animal y de la persona. En la mitología gallega, los hombre-lobo tienen la capacidad de mandar a los lobos. Son capaces de dirigir grandes manadas para lograr sus intereses e incluso son capaces controlarlos al volver a su forma humana. Los licántropos, hombres-lobos y lobishomes pueden ser heridos e incluso morir mientras están como lobos. Se cuenta en las mitología francesa y en la mitología nórdica que el lobishome recupera su estado habitual tras ser heridos o al acabar con la vida. Al descubrir su identidad, una gran desgracia cae sobre la familia. No todas los mitologías comparten este transformación a la forma original al ser heridos. Lo que sí se puede intuir de alguna de las historias es que estas criaturas tienen una gran capacidad a aguantar los golpes e incluso a los disparos.

Ataque

Los ataques de los lobishomes también son variopintos, siguiendo la tónica de todo lo que hace referencia al mundo de la licantropía. Los ataque pueden ser tanto de día como de noche, en función del tipo de transformación. Las víctimas de los ataques son animales del ganado ovino y bovino, perros e incluso personas. Se habla de ataques en solitario por parte de los hombres-lobo, pero también de ataques conjuntos de lobishomes y grandes manadas de lobos lideradas por el lobo da xente (el licántropo). Por algún fuerza irrefrenable, los lobishomes se lanzan a sus víctimas, las desgarran con sus uñas y con sus dientes y acaban devorándolas.

Después de la transformación

Luego de sufrir las transformaciones, muchos de los afectados sufren indisposición durante días. Estos sufren grandes agotamientos y casi sin mover las manos o los pies. Se comenta en algunos casos que la fisionomía humana de los licántropos se ve afectada, pasando a tener unas manos muy anchas y dedos cortos. Además, acostumbran a tener algún pelo en los huevos de las manos.

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