Muchos eventos pasaron desde el alzamiento hasta que se acabó, exponemos agora como se desarrollaron los hechos durante la Revolución Liberal Gallega de 1846.
CONTEXTO & ANTECEDENTES
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REVOLUCIÓN LIBERAL GALLEGA DE 1846
REVOLUCIÓN LIBERAL GALLEGA DE 1846 (Artículo completo)
REVOLUCIÓN LIBERAL GALEGA DE 1846: Desarrollo de los hechos
En los días posteriores, esta información se publicó en diversos periódicos como El Eco del Comercio de Madrid en su número del 9 de abril de 1846, El Español y el Clamor Público del día 12 de abril de 1846 (11) donde reproducían sus intenciones y sus motivaciones:
Como el jefe del alzamiento era el jefe de batallón (4) y no el General Espartero, los mandos militares de las restantes unidades no se atrevieron a secundar el movimiento de sedición.
En A Coruña, sede de la Capitanía General, el Capitán General Francisco Puig Samper por Real Orden del día 3 de abril de 1846 fue sustituido por Juan de Villalonga.
El 4 de abril de 1846 se pronunció en Santiago de Compostela el Regimiento Provincial de Zamora y un Escuadrón de lanceros de Villaviciosa, quienes desfilaron saludados por el Himno de Riego después de la proclama.
Solís aguardaba en la plaza de A Coruña un alzamiento general, pero el capitán general interino Juan de Villalonga tomó medidas contra Solís y sus seguidores. Por este motivo, decide cerrar los caminos que van a la ciudad, abortando de este modo cualquier posible alzamiento por parte de la población o de algún otro batallón que se pudiese sumar en caso de penetrar en la ciudad con su fuerza y encarcelando a todos los progresistas radicales de A Coruña que eran favorables a esta asonada.
El mismo 4 de abril de 1846 el 1º y 3º Batallón del Regimiento de Zamora al mando de Francisco Puig Samper salió de A Coruña para enfrentarse a los golpistas de Lugo, desde donde se dirigió a Santiago.
En la ciudad del Sacramento, Lugo, se conformó la Junta de Armamento y Defensa presidida por el líder del Partido Progresista Pío Rodríguez Terrazo. Unos días más tarde creó en Santiago de Compostela la Junta Superior del Gobierno de Galicia (5).
En Santiago de Compostela, el día 5 de abril de 1846, los estudiantes de la Universidad de la propia ciudad dictaron un bando llamando a las armas. Antonio Romero Ortiz arengó a los estudiantes compostelanos haciendo referencia a la acción de Alba de Tormes durante la Guerra de la Independencia. Se formó así un nuevo el Batallón Literario de la Universidad de Santiago de Compostela con dos compañías, aunque sólo se pudo armar a la primera.
El 7 de abril, la Junta de Santiago de Compostela nombró a Miguel Solís Cuetos Cuevas mariscal de campo (7). Una semana después, el 15 de abril ascendían también a Leoncio de Rubín de Celís y Oroña a mariscal de campo, evitando problemas de escisión y teniendo dos divisiones expedicionarias. El Gobierno de Narváez tenía en esos días bajo control A Coruña, Ourense y Ferrol.
El mismo día 7 de abril, Miguel Solís Cuetos Cuevas arenga a sus partidarios en Lugo antes de partir a Santiago de Compostela (7):
«Soldados, tres años han pasado por nosotros del más inicuo despotismo; y en estos tres años un poder bastardo quiso nivelarnos con los jenízaros de Constantinopla, quiso aislaros del pueblo de que sois hijos; quiso aún más, pues intentó rasgar las entrañas de la querida patria con vuestras bayonetas, afiladas ahora para defender la nación y sus sagrados derechos… Sólo para guiaros a la victoria, he aceptado el nombramiento de mariscal de campo con que se ha dignado a honrarme la benemérita Junta de Santiago… Sólo para defender el pueblo y las leyes, me he puesto a vuestro frente; solo por mandar soldados como vosotros, he jurado a la faz de la Europa entera restaurar la nacionalidad de España y la independencia de sus hijos. ¿No es verdad que en vuestro corazón no hay más que un pensamiento solo? ¿No es verdad que en vuestros labios no hay más que un solo grito? ¡¡Sí, el de la libertad o muerte, compañeros!!»
Las tropas de Francisco Puig Samper se encontraron el día 8 de abril de 1846 con las de Solís en Sigüeiro cuando se dirigían a A Coruña por el Camino Real. Las tropas confraternizaron y no se produjo el enfrentamiento, ante lo que Miguel Solís Cuetos Cuevas solicitó a Puig Samper que se uniese al alzamiento y una tregua.
Durante esta tregua, las tropas de Miguel Solís Cuetos Cuevas se dirigieron a Pontevedra, donde el día 9 de abril de 1846, el Comandante Manuel Buceta del Villar proclamó el alzamiento.
El 10 de abril de 1846 se pronunció en Vigo el Brigadier Leoncio Rubín de Celís y Oroña. La insurrección se extendió a Muros, Noia, A Pobra do Caramiñal, Ortigueira, Ribeira, Rianxo, Padrón, Caldas de Reyes, A Guarda y Tui, Lousame, Betanzos et cetera (7).
Francisco Puig Samper entró en Santiago de Compostela el 11 de abril de 1846 yendo detrás de la estela de Miguel Solís Cuetos Cuevas que iba en dirección a Pontevedra. A la altura de Padrón, el Mariscal Solís tuvo noticias del alzamiento en la Ciudad Olívica, Vigo, y regresó a Santiago de Compostela.
Ante el regreso de las tropas de Miguel Solís Cuetos Cuevas, Francisco Puig Samper retrocedió hasta el puente sobre el río Tambre de Sigüeiro el 12 de abril de 1846, donde Mariscal Solís le daría alcance al día siguiente, 13 de abril de 1846, habiendo un enfrentamiento.
Francisco Puig Samper se retiró a A Coruña, pero Juan de Villalonga les impidió el paso en mientras no reprimiesen la insurrección, ya que desconfiaban de la lealtad del 1º y 3º batallón del Regimiento de Zamora.
Ese mismo día, Leoncio Rubín de Celis y Oroña fue ascendido a Mariscal de Campo por la Junta de Santiago de Compostela, al igual que Miguel Solís Cuetos Cuevas, quien se dirigía al 2º Batallón de Zamora y Provinciales de Oviedo, Zamora, Segovia, Gijón y Escuadrón de Villaviciosa.
El 15 de abril de 1846, se disuelve la Junta de Armamento y Defensa creada en Santiago de Compostela, creándose en su lugar la Junta Superior de Gobierno de Galicia, uniéndose los denominados provincialistas, publicando el siguiente manifiesto hecho por el secretario y periodista Antolín Faraldo Asorey (27):
Al tomar sobre sus hombros una misión tan honrosa como delicada, solo les es dado anunciar que la cumplirán con resolución y lealtad, dejando al tiempo el encargo de justificar sus actos, aunque la vida de sus individuos es bien pública, para que pueda inspirar desconfianza. Armonizar todos los deseos y todas las voluntades, dirigir a un solo fin los esfuerzos de los pueblos y tropas, centralizando la acción revolucionaria, y creando un directorio activo e inteligente; que ponga a las cuatro provincias de Galicia en estado de desplegar todo su formidable poder para propagar este alzamiento, tan puro y legítimo por su origen, como sublime é inmenso por su fin, serán, las principales tareas de la junta superior. Ningún obstáculo la hará retroceder en su marcha, y desde la altura donde la colocan los sucesos llamará los pueblos a romper sus cadenas en la frente de los tiranos.
Cree, también, dentro de su conciencia, que tiene otro deber que cumplir respecto a Galicia. Hasta ahora la revolución ha sido una horrible mentira, una farsa impía… es tiempo de que se realicen las encantadoras promesas que repitieron los falsos sacerdotes de la política, recogiendo los frutos de tanta abnegación y de tanto sacrificio. El pueblo conquistará en esta revolución lo que le han arrebatado los cómicos de los pronunciamientos: PAN y DERECHOS. Galicia, arrastrando hasta aquí una existencia oprobiosa, convertida en una verdadera colonia de la corte, va a levantarse de su humillación y abatimiento. Esta Junta, amiga sincera del país, se consagrará constantemente a engrandecer el antiguo reino de Galicia, dando provechosa dirección a los numerosos elementos que atesora en su seno, levantando los cimientos de un porvenir de gloria. Para conseguirlo se esforzará sin descanso en fomentar intereses materiales, crear costumbres públicas, abrir las fuentes naturales de su riqueza, la agricultura y el comercio, y poner en armonía con la época los hábitos y las ideas que dejó una sociedad decrépita, fundada sobre la ignorancia. Despertando el poderoso sentimiento de provincialismo, y encaminando a un solo objeto todos los talentos y todos los esfuerzos, llegará á con quistar Galicia la influencia de que es merecedora, colocándose en el alto lugar a que está llamado el antiguo reino de los Suevos. Que la espada de Galicia haga inclinar una sola vez la balanza en que se pesan los destinos de España.
Gallegos: la Junta Superior Provisional no vacila en aseguraros que, contando con vuestro franco apoyo, logrará que nuestra provincia sea temida y respetada por nacionales y extranjeros.
Patria y libertad.
Santiago 15 de abril de 1846.
Pío Rodríguez Terrazo, presidente.
José Maria Santos. Ramon Buch.
Por acuerdo de la junta, Antolín de Faraldo, secretario.
JUNTA SUPERIOR PROVISIONAL DE GOBIERNO DE GALICIA
Con las noticias de que el Mariscal de Campo José de la Concha se dirigía a Galicia a sofocar la rebelión por orden del General Narváez, Leoncio Robin y Miguel Solís Cuetos Cuevas decidieron dividir sus fuerzas en dirección a las dos puertas de Galicia. Leoncio Robín se dirigió a Ourense y Miguel Solís Cuetos Cuevas se dirigió a Lugo. Este último pasaría primeramente por A Coruña y Ferrol (7). La intención era dominar las cuatro provincias gallegas y ocupar sus fronteras posicionando soldados para su defensa.
El Mariscal de Campo José de la Concha utilizó el Mapa de Domingo Fontán, “el más exacto que existe de aquel territorio” según comentaba Juan Do Porto (28).
El 15 de abril de 1846, hubo una reunión en el antiguo Colegio de Fonseca á las 10:00 en la que estaban Miguel Solís Cuetos Cuevas, General en jefe del ejército libertador de Galicia, el Mariscal de Campo don Leoncio de Rubín, jefe de la segunda division, don Pio Rodríguez Terrazo, presidente de la Junta de Santiago de Compostela, don José Maria Santos, de la de Pontevedra, y don Ramon Buch, de la Vigo y algunos emigrados de Portugal, donde también había habido alzamientos contra el Ministerio Costa-Cabral y el sistema tributario, manifestó el Sr. Solís (16):
Centralizando los poderes hijos del alzamiento, diese impulso y unidad a todos los elementos que va conquistando la Revolucion de Galicia para salvar el trono y las instituciones; dirigiendo a un solo fin los esfuerzos de las Juntas existentes y que sucesivamente vayan constituyendose en los pueblos pronunciados.
Ese mismo 15 de abril de 1846 el vocal de la Junta Superior Provisional de Gobierno de Galicia, Pedro Martir Molins, recogía ese día en un bando lo siguiente:
¡Quien dijera que el limitado tiempo de 15 días bastaba para consumar la más legítima revolución de que pueden blasonar todos los pueblos del mundo! Hace 15 días dos millones de hombres eran el vil patrimonio de cuatro procónsules sin probidad, sin honor, sin principios, sin otros títulos que la miserable librea de un General traidor, el héroe de Ardoz; y hoy estos dos millones de ciudadanos se levantan para sacudir tanta tiranía, y hoy estos lacayos de Narváez solo extienden su infame dominio a los muros de A Coruña. ¡Qué lección tan sublime para los tiranos! ¡Qué ejemplo tan elocuente para los pueblos! De nosotros deben aprender la Polonia, la Italia. la Irlanda, la Turquía, todas las naciones a quienes oprime la mano de hierro del despotismo; porque como otros romanos hemos expulsado de nuestros campos, arrojado de nuestras casas, lanzado de nuestras ciudades estos modernos Galos que nos saqueaban, que nos vendían en pública almoneda como a los judíos del siglo 12. ¿No es verdad, labradores, que ese enjambre de famélicos ejecutores ya no os quita la única manta de vuestra cama con que cubríais los miembros ateridos por el frío? ¿No es verdad que la intriga de un juez venal ya no os arroja por un firman a la inmunda lobreguez de un calabozo? ¿No es verdad que la bárbara estupidez de un polizonte no os maltrata para arrancaros una multa impuesta por el hambre del dinero, y obtenida con la boca de un trabuco? ¡Vive Dios que estos tiempos ya pasaron por nosotros! Sólo queda en nuestro corazón la hiel de su recuerdo; y este recuerdo será el entusiasmo de los hombres y de las mujeres, de los niños y de los ancianos para levantarse en masa, para agruparse en las colinas, en los desfiladeros, en los precipicios, y allí si preciso fuese volver a tapizar la tierra como en 1808 con los esclavos de un segundo Ney que tuviese la avilantez de desafiar nuestro poderío. Porque entonces nuestra guerra sería más grandiosa, más santa, más digna de nosotros que la de la Independencia: en aquel tiempo pelearon nuestros padres solo para rescatar un rey y hoy nosotros por conquistar un pedazo de pan para nuestra boca, ¡una patria para nuestros hijos! ¡Qué diferencia de circunstancias, qué diferencia de tiempos! ¡Y eso que también entonces como ahora una mujer jugaba desde la regia estancia con nuestra vida, con nuestras fortunas, con nuestra dignidad! Y eso que también entonces el dictador de España era un plebeyo como nosotros, pero sin hora, sin saber, sin vergüenza. ¡Qué baldón para España! ¡Siempre el cetro de las dictaduras fue empuñado por los Commodos y Calígulas y jamás por los Césares y Napoleones! ¡A lo menos con estos nuestra esclavitud estaría sembrada de flores! Pero más valió así; ¡pues de este modo APRENDIMOS A SER LIBRES!
En ese mismo bando se comentan otros alzamientos en toda España, como es el caso del alzamiento en Girona.
El Mariscal de Campo Leoncio Rubín, no logró su objetivo: no logró tomar Ourense. Con la decisión de dividir fuerzas para tomar Galicia y defender las fronteras, sólo se consiguió reducir su capacidad de combate. En la retirada del intento de la toma de la Ciudad de las Termas, Leoncio Rubín se exilió en Portugal.
Cuando llegaron las tropas de Solís a las proximidades de A Coruña, no pueden acceder a la ciudad y acampan en el Alto de Eirís para esperar la sublevación de la ciudad. El 17 de abril de 1846 a las seis de la tarde, Miguel Solís Cuetos Cuevas se dirige a Betanzos y Ferrol para tratar un alzamiento en estas ciudades, aunque el resultado fue el mismo que en A Coruña: negativo. (4)
En la mañana del 23 de abril de 1846 (7), las huestes de Miguel Solís Cuetos Cuevas junto con una unidad de los jóvenes universitarios de Santiago de Compostela, que habían logrado formar un Batallón Literario al mando del cual estará Antolín Faraldo (4), se enfrentaron a las tropas de José de la Concha en la conocida batalla de Cacheiras. En ella se empleó artillería y fusilería.
Las huestes de Miguel Solís Cuetos Cuevas gritaban: ¡Viva la Reina libre! ¡abajo el dictador!
Las tropas de José de la Concha ataban bajo el mandato de ¡Viva la Reina! ¡Mueran los traidores!
La Batalla de Cacheiras la decidió la Caballería de José de la Concha cuando Miguel Solís Cuetos Cuevas se vio obligado a replegarse a la ciudad de Santiago de Compostela, luego de que la caballería atacase los flancos de las tropas de Miguel Solís Cuetos Cuevas.
En Santiago de Compostela, según se comenta en el artículo de la Fundación Domingo Fontán, las tropas de Miguel Solís Cuetos Cuevas secuestraron al Arzobispo Rafael de Vélez, refugiándose en el Monasterio de San Martiño Pinario.
A las siete de la tarde las tropas de Miguel Solís Cuetos Cuevas se rindieron. Miguel Solís Cuetos Cuevas se entregó como prisionero debido al fracasado golpe a cambio de que nadie de los que le apoyaron fuese ejecutado por esta sublevación.
José de la Concha hizo prisioneros a 1.400 soldados del 2º Regimiento de Zamora y de los Provinciales de Segovia y Gijón y también a 54 oficiales y, según se comenta en la referencia (4), también él y sus tropas saquearón Santiago de Compostela.
Inicialmente, la intención era llevarlos a la ciudad de A Coruña para someterlos a Consejo de Guerra. El Capitán General Villalonga tenía como exigencia del General Narváez dar un castigo ejemplar a estos sublevados (4). Ante el temor por parte del Capitán General Villalongo de alzamiento popular del pueblo coruñes, éste nombra un tribunal militar especial. El 25 de abril de 1846 los reos son llevados a la localidad de Ordes.(4)
Ante la falta de una autoridad dispuesta a firmar la orden de ejecución en Ordes, se dirigen a Carral. En el pueblo de Carral, el alcalde Fernando Insua da su autorización para que se efectuase dicha ejecución (4).
El 26 de abril de 1846, a Miguel Solís Cuetos Cuevas se le juzgó mediante el tribunal militar especial (4)(7), según Nós Diario no hubo juicio miliar (29), en Carral con la condena a muerte. Ese 26 de abril de 1846 al amanecer, Miguel Solís Cuetos Cuevas fue llevado al atrio de la iglesia de la parroquia de Santo Estevo de Paleo, en la villa coruñesa de Carral, donde fueron fusilados (4) un sargento, nueve oficiales y el propio Miguel Solís Cuetos Cuevas. Éste último, cabeza del alzamiento, solicitó permiso para dirigirse al pelotón, rechazando dar la espalda a sus ejecutores y a que se le vendasen los ojos (4). Ese día 26 de abril de 1846, gran parte de los insurrectos embarcaron en el bergantín Nervión desde Vigo con la intención de irse al exilio a Portugal, según afirma Pascual Madoz (30), gracias al buque de guerra portugués que los recogería en un punto de alta mar (5). Entre ellos estaban Hermógenes Villanueva, Antolín Faraldo y otros del pabellón portugués, los cuales se refugiaron tras sus huidas en la casa del barón de Ortega.
Se disolvió el 2º Regimiento de Zamora y los soldados prisioneros fueron enviados al Penal de Ceuta o a servir en ultramar. Estos militares ejecutados serían conocidos como Los Mártires de Carral.(7)
El 27 de abril de 1846, el General Concha entró en Vigo, ciudad que sufrió un bloqueo naval para evitar que llegaran armas desde Inglaterra, remitidas por Espartero.
El día 28 de abril de 1846, el General Concha entró en Lugo concluyendo la Campaña.
La ejecución do Sargento primero D. Antonio Samitier sucedió el 4 de mayo de 1846 en la ciudad Betanzos.
MÁRTIRES DE CARRAL: ¿Por qué se consideran mártires los fusilados en Carral en el 1846?
Los sufrimientos y calamidades por las que pasaron los reconocidos mártires de Carral son documentados por el cura de la Parroquia de Santo Estevo de Paleo, donde fueron ejecutados. En el acta de defunción plasmó las siguientes frases (7):
«Espectáculo horroroso. Triste Memoria».
«…y fueron sacrificados inhumanamente a la voluntad sangrienta de sus verdugos, especialmente del coronel Cachafeiro, que más inhumanidades hubiera cometido después de muertos a no presentarme yo mismo representando la justicia divina».
Un año después al fusilamiento del 23 de abril de 1846, Antolín Faraldo Asorey y sus compañeros fueron amnistiados, pudiendo así regresar al Puerto de Santander 24 de octubre de 1847, según El Eco del Comercio. Incluso el Baldomero Espartero pudo regresar al Grado (Asturias) como se recoge en El Clamor Público de 22 de enero de 1848.
El principal motivo de ser considerados mártires es el que el propio Estado y la propia Reina Isabel los han considerado Mártires de la Libertad. Hasta llegar a este momento, es importante conocer algunos datos históricos.
El Gobierno de Espartero en el exilio epromovió y financió el Pronunciamiento de 1846 contra el Gobierno de Narváez.
El final de la “Década Moderada”, periodo de tiempo conocido con este nombre debido a que el poder estuvo sustentado por los moderados durante aproximadamente en 10 años, llegó con con el Pronunciamiento de los progresistas. Este alzamiento se conoce como “La Vicalvarada”. Se iniciaba así un nuevo periodo: “El Bienio Progresista”.
El 19 de julio de 1854, Baldomero Espartero, Duque de La Victoria, fue llamado para formar gobierno.
Uno mes más tarde, el 28 de agosto de 1854, la Reina Madre María Cristina de Borbón nuevamente partió al exilio en Francia.
En el Boletín oficial de la Provincia de Lugo del 9 de enero de 1855 (13) aparece la Real Orden de 12 de diciembre de 1855, firmada por la Reina Isabel II:
La Reina Isabel II, por la gracia de Dios y la Constitución Reina de las Españas, donde se insta a la creación de la Junta para la formación de expedientes relativos a la declaración de fusilados en el pueblo de Carral en 1846 como Beneméritos de la Patria y otras recompensas acordadas por las Cortes. Por mandato de esta misma orden, los de los mártires, sus cenizas, se debían trasladar a la ciudad de Santiago de Compostela y situarlas en un monumento con un presupuesto de 120.000 reales para el monumento. También se les concede la Cruz del Valor y Constancia a todos los que armaron armas en el alzamiento y la Cruz de San Fernando a los 25 nacionales de Santiago de Compostela que se hallaron en la accion del 23 de abril de 1846 á las órdenes del referido Coronel Solis.
Dado en Palacio a 12 de diciembre de 1855 – YO LA REINA – El Ministro de la Gobernación Julian de Huelves
la Reina (q. D. g.)
Así entraron a formar parte como mártires en la lista que el liberalismo progresista confecciona desde la Guerra de la Independencia.
MÁRTIRES DE CARRAL: ¿Quiénes son los Mártires de Carral?
Los declarados Beneméritos de la Patria (13) por la Real Orden que fueron fusilados el día 26 de abril de 1846 en Carral son los siguientes (4)(5) (13):
- Miguel Solís Cuetos Cuevas: Coronel Comandante de Estado Mayor
- Comandante Victor Velasco
- Capitanes:
- Manuel Ferrer
- Jacinto Dabán
- Fermín Mariné
- Ramón José Llorens
- Juan Sánchez
- Ignacio de la Infanta
- Santiago la Llave
- Francisco Márquez
- José Martinez
- Felipe Valero
Uno de esos Beneméritos de la Patria (13) fue fusilado el 4 de mayo de 1846 en la ciudad Betanzos:
- Sargento primero D. Antonio Samitier (14)
Pasaron por las armas (5) como ya se ha comentado Miguel Solís Cuetos Cuevas y Fermín Mariné, hasta un total de doce individuos, once en Carral y uno en Betanzos, que, en su práctica totalidad, no eran gallegos, y todos ellos con historias personales muy diferentes que confluyeron ante aquel pelotón de fusilamientol
MÁRTIRES DE CARRAL: Liberador de Galicia
Miguel Solís Cuetos Cuevas, nació en San Fernando, Cádiz, el 27 de marzo de 1816. Fue educado en una escuela dirigida por el prebístero Feliú, un hombre ilustrado y de ideas liberales, lo que motivó el cierre de la escuela por orden del gobierno absolutista de Fernando VII.
En 1829 ingresó en la marina ocupando una plaza de guarda en la Real Armada, tras superar con brillantez todos los exámenes de ingreso, permaneciendo en ella hasta 1836. Participó en las guerras Carlistas en Aragón, donde alcanzó el grado de capitán y teniente coronel, por su actuación en Molina de Aragón en 1840. También participó en los levantamientos esparteristas de 1840 y 1842.
En 1842 ingresó en el cuerpo del Estado Mayor siendo destinado a San Sebastian. En 1845 es destinado a A Coruña como primer comandante y accediendo al Estado Mayor de la Capitanía General de Galicia. El 2 de abril de 1846 encabezó el levantamiento progresista en el cuartel de San Fernando (Lugo), al mando del Segundo Regimiento de Zamora, durante esos días será conocido como «El libertador de Galicia«. El 23 de abril, en la batalla de Cacheiras es derrotado. Juzgado en Carral, fue fusilado con once de sus oficiales. El 27 de abril se ponía fin a la sublevación.
Diez años después de los acontecimientos, el periódico «La Oliva», un periódico de política, literatura é intereses materiales como se autodefinían, hizo al menos dos publicaciones a las «víctimas de carral«, una de ellas el 26 de abril de 1856.
En el artículo de “La Oliva” (14) se recuerda como a los fusilidados en Carral y Betanzos como lo que se consideraban en aquel tiempo héroes y beneméritos de Patria:
El delito de ayer es hoy acción heroica: los criminales de aquel día son ahora beneméritos de la Patria.
Aurelio Agoikre Galarraga les dedicó un profundo poema en la misma dedicatoria de 1856. (14)
En otro número de “La Oliva” se recoge cómo el gobierno de provincia ondeaba a media asta en señal de luto (15).
Ruta dos Mártires de Carral
En Galicia Pueblo a Pueblo (12), se nos muestra la ruta de los Mártires de Carral, ruta que trataremos de comentaros desde Galicia Alive en la categoría Turismo. En esta ruta de unos 3 km, se puede recorrer el pueblo de Carral siguiendo los pasos de los mártires. A lo largo de este recorrido se pueden observar distintos lugares de interés del pueblo. Entre ellos, el más relevante para este artículo es el homenaje a los que promovieron la Revolución Liberal Gallega de 1846, los Mártires de Carral.
El monumento que había autorizado la propia Reina Isabell II con un presupuesto de 120.000 reales de vellón, no se realizaría hasta el 1898 el galleguista Francisco Suárez Delgado, llegado de Buenos Aires, inicia los trámites para recordar a los Mártires de Carral. Fue costeada por suscripción popular e impulsada por la Liga Gallega da Cruña, vinculada a “A Cova Céltica”, librería de Carré Aldao. Las obras se inician el 23 de abril de 1899 y se inaugura el 22 de mayo de 1904, aunque otras fuentes apuntan al 1905 (4).
Lo que está claro es que el monumento no se alzó en Santiago de Compostela tal y como se había publicado en la Real Orden, sino en Carral.
En el monumento aparece el lema:
A los mártires de la libertad muertos el 26 de abril de 1846. Liga Gallega da Cruña.
Durante los inicios de la Segunda República España (7), el pleno municipal del 29 de abril de 1931 aprobó la determinación de dar el nombre de “Avenida de los Mártires de Carral” a la carretera comprendida entre el Puente de Monelos y el Alto de Eirís, en virtud de una propuesta formulada por julio Paradela, concejal electo en las elecciones del 14 de abril (4). También durante este periodo se colocó una placa con los nombres de fusilados junto al monumento:
Como ratificación a la memoria de aquellos esforzados varones que el próximo 26 de abril de 2016 se cumple el 170° aniversario de este luctuoso acontecimiento.(4)
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REFERENCIAS
- HISTORIA DO MUNDO CONTEMPORÁNEO. 1 Bachillerato. Coord Eugenio García Almiñana. ECIR Editorial.
- HISTORIA 4º: Ciencias Sociales. M. Burgos, J. Calvo, M. Jaramillo, S. Martín. Editorial Anaya.
- Sermos Galiza: Vía Galega difunde un vídeo da Revolución Galega de 1846
- El Ideal Gallego: Los mártires de Carral que se alzaron en La Coruña
- La Voz de Galicia: Un revolucionario de 1846 en Corcubión y Cee: Hermógenes Villanueva
- Galicia Latina: La revuelta de 1846
- Eco Republicano: Los Mártires de Carral, 26 de abril de 1846
- ABC: El mito nacionalista de Carral
- Terra e Tempo: Historia e mito
- Cultura galega: Ramón Rúa Figueroa. Enxeñeiro de minas e membro da xeración provincialista de 1846
- Fundacion Domingo Fontan: LA REVOLUCIÓN GALLEGA DE 1846
- Galicia pueblo a pueblo: RUTA DE LOS MÁRTIRES DE CARRAL
- Boletín Oficial de la Provincia de Lugo – Núm. 4 – 9 xaneiro 1856
- La Oliva – Periódico de política, literatura e intereses materiales – Ano I Número 25 – 26 abril 1856
- La Oliva – Periódico de política, literatura e intereses materiales – Ano I Número 28 – 7 maio 1856
- La Revolución – Periódico oficial de la Junta Superior de Galicia – Número 2 – 1846 abril 19
- Congreso: Sesións Historicas do Congreso dos Deputados
- Congreso: 1837 – Mayoria Isabel II
- Congreso: Const1812
- Congreso: Const1837
- BOE Histórico: Gaceta de Madrid Nº 3199 del LUNES 3 DE JULIO DE 1843.
- BOE Histórico: 1843/3200/A00003-00003.pdf
- BOE Histórico: 1843/3205/A00003-00003
- https://www.boe.es/gazeta/dias/1838/11/30/pdfs/GMD-1838-1475.pdf
- http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/autoridad/47200
- Congreso: Constitución de 1845
- Wikisource: La Revolución. Periódico oficial de la Junta Superior de Galicia. núm. 1
- Reseña Histórica de los últimos acontecimientos políticos de Galicia, por Don Juan Do-Porto (1846): http://biblioteca.galiciana.gal/es/consulta/registro.do?id=4419
- Nosdiario: 175 anos da batalla cacheiras
- Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus posesiones de ultramar, página 56, Tomo XVI, Madrid 1850, Pascual Madoz
- «Revolución Galega de 1846 «, Francisco Tettamancy Gastón (La Coruña 1854 – 1921)
- La Revolución Gallega de 1846 –Francisco Tettamancy Gastón
- NosDiario: Para que nos teman e nos respecten. A revolución galega de abril de 1846